Tipos de ramen: guía fácil para identificar cada uno

¿Sabías que no todo el ramen es igual? Descubre los diferentes tipos de ramen y variedades más populares, aprende a diferenciarlas según su sabor y estilo.

¿Qué es el ramen?

El ramen es mucho más que una simple sopa: es un plato emblemático de la gastronomía japonesa moderna, con miles de variantes regionales y una historia que mezcla influencias chinas y creatividad nipona. Aunque hoy lo encuentres en restaurantes de moda o incluso en versión instantánea, sus orígenes se remontan a principios del siglo XX, cuando los inmigrantes chinos introdujeron los fideos de trigo en Japón.

Tradicionalmente, el ramen se compone de un caldo base, fideos al dente, chashu (cerdo marinado y asado), huevo marinado, algas y vegetales. Sin embargo, lo que lo hace único es la combinación del caldo, los condimentos y los toppings, que varían radicalmente de una región a otra: desde los caldos ligeros de sal en Hokkaido hasta los densos y grasos de Kyushu.

En esta guía te mostramos los tipos de ramen más conocidos y cómo distinguirlos para que puedas elegir el que mejor se adapta a tu paladar. Porque no todos los ramen saben igual, y ahí está la magia.

1. Shoyu (soja)

El ramen shoyu es uno de los estilos más tradicionales y extendidos en Japón. Su característica principal es el uso de salsa de soja (shōyu) como base del condimento, lo que da lugar a un caldo de color marrón claro, de sabor equilibrado entre lo salado, lo umami y lo aromático. Suele elaborarse con caldo de pollo, aunque también se mezclan caldos de cerdo, mariscos o vegetales según la receta local.

Este estilo es especialmente representativo de Tokio, donde se popularizó a mediados del siglo XX en los puestos callejeros que atendían a trabajadores y estudiantes. Allí, el ramen shoyu se sirve con fideos finos y ligeramente rizados, y se acompaña de menma (brotes de bambú fermentado), nori (alga seca), negui (cebolleta) y una loncha de chashu (cerdo asado).

Es una excelente opción para quienes buscan un ramen ligero pero lleno de sabor, ideal como primera experiencia en este mundo de caldos.

2. Miso

El ramen miso destaca por su sabor intenso, profundo y ligeramente dulce gracias a la incorporación de miso, una pasta fermentada de soja que añade cuerpo y complejidad al caldo. Esta variedad nació en la ciudad de Sapporo, en la isla de Hokkaido, una de las regiones más frías de Japón, donde los platos contundentes y calóricos son habituales.

A diferencia de otros estilos, el miso ramen suele servirse con un caldo espeso y untuoso, a menudo elaborado a partir de pollo o cerdo, y en algunos casos combinado con caldo de pescado. Los toppings típicos reflejan la abundancia agrícola de la zona: maíz dulce, brotes de soja, mantequilla (sí, en el propio bol), y ocasionalmente carne picada salteada o verduras salteadas al wok.

Su perfil de sabor es reconfortante, ligeramente ahumado y con una textura envolvente, ideal para los días fríos. Si buscas un ramen con carácter y un punto diferente, el miso es una excelente elección.

3. Tonkotsu (hueso de cerdo)

El tonkotsu ramen es una de las variedades más ricas e intensas de todo Japón. Su caldo, de aspecto blanco lechoso y textura cremosa, se consigue tras cocer huesos de cerdo a fuego alto durante más de 10 horas. El resultado es una sopa espesa, densa en colágeno y profundamente umami, que envuelve cada bocado con una capa sedosa de sabor.

Este estilo es originario de la región de Kyushu, concretamente de Fukuoka (distrito de Hakata), donde surgió como un plato barato para trabajadores portuarios. Allí es típico servirlo con fideos muy finos y rectos, pensados para comerse rápido antes de que se reblandezcan. Además, se acompaña de chashu, ajitama (huevo marinado), negui (cebolleta), jengibre encurtido, ajo picado y a veces incluso aceite de sésamo o grasa de cerdo adicional.

En algunos restaurantes puedes pedir un "kaedama", es decir, una porción extra de fideos para añadir al caldo restante. Si te gustan los sabores potentes, el tonkotsu es tu elección definitiva.

4. Shio (sal)

El ramen shio es considerado el estilo más antiguo y más ligero de todos. Su nombre, que significa literalmente "sal", hace referencia al tipo de condimento principal utilizado para sazonar el caldo, en lugar de soja o miso. Se trata de un caldo claro, limpio y delicado, elaborado normalmente a partir de pollo, mariscos o incluso algas, sin ingredientes grasos ni fermentados que lo opaquen.

Es muy popular en las regiones costeras como Okinawa y también en Hakodate, al sur de Hokkaido, donde se elaboran versiones con caldos de marisco extremadamente aromáticos. El ramen shio se sirve con fideos finos y ligeramente ondulados, que absorben bien el caldo sin romper el equilibrio.

Los acompañamientos suelen ser sencillos y elegantes: nori (alga), ajitama (huevo marinado), kamaboko (pasta de pescado), negui (cebolleta) y en algunos casos chashu de pollo. Es ideal para quienes valoran un sabor refinado y buscan una experiencia más ligera pero igualmente deliciosa.

5. Tsukemen (fideos para mojar)

Aunque técnicamente no es un ramen tradicional servido en bol, el tsukemen ha ganado tanta popularidad en Japón que merece una mención especial. Su nombre significa literalmente “fideos para mojar”, y su concepto es sencillo pero ingenioso: los fideos se sirven fríos y por separado del caldo, que se presenta en un recipiente aparte, mucho más denso y concentrado.

Esta modalidad nació en Tokio en los años 60 gracias a Kazuo Yamagishi, considerado el inventor del plato. El caldo del tsukemen suele ser más espeso, salado y umami que el de los ramen convencionales, ya que se espera que se adhiera a los fideos al mojar. En él se concentran sabores intensos como pescado seco, cerdo, soja y vinagre, a menudo con una capa de grasa o aceite de ajo.

Los fideos suelen ser más gruesos y elásticos, para que aguanten bien la inmersión sin reblandecerse. Se acompaña de chashu, huevo marinado, alga nori, cebolleta y, a veces, un “caldo de aligerado” al final de la comida, para beber lo que quede como una sopa suave. Es una experiencia distinta, más interactiva, perfecta para quienes quieren disfrutar del ramen a su ritmo.

¿Cuál es el mejor tipo de ramen para ti?

Elegir tu tipo de ramen favorito es una cuestión de gusto, estado de ánimo… ¡y hasta de clima! Si prefieres sabores suaves, ligeros y reconfortantes, el shoyu es una opción equilibrada y muy versátil, mientras que el shio destaca por su elegancia minimalista y su perfil limpio.

Para quienes buscan un golpe de sabor intenso y una textura cremosa, el tonkotsu es la elección definitiva: poderoso, contundente y perfecto para los días fríos o los estómagos hambrientos. Por otro lado, el miso ramen combina fuerza y dulzura, ideal para quienes disfrutan de platos complejos y sabrosos sin llegar al exceso.

¿Quieres algo diferente, más interactivo y moderno? Entonces lánzate al tsukemen y vive la experiencia de mojar tus fideos como un auténtico ramen master. Sea cual sea tu elección, recuerda que el ramen no es solo comida: es cultura, historia y pasión en un bol. Y lo mejor de todo… es que puedes probarlos todos.

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